Ineficacia y perversión de las políticas de género en España

17 de Mayo de 2011
En pleno siglo XXI la federación andaluza para la defensa de la iguladad efectiva se concentró en Sevilla para denunciar la perversión de las políticas de género.

| REDACCION Denuncian la “ineficacia y perversión” de las políticas de género en España
Decenas de personas han conmemorado el pasado fin de semana en Sevilla el Día Internacional de la Familia con una concentración convocada por la Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva (FADIE) para denunciar la “ineficacia y la perversión que siguen generando las políticas de género en España”.

A las puertas del Parlamento andaluz, donde han portado globos con el lema “Custodia compartida” y han colocado un ataúd, los convocados han expresado su “más absoluta indignación ante el drama que supone, en pleno siglo XXI, afrontar un proceso de divorcio en España”.
Según este colectivo, la ley de Divorcio de 2005 “sólo ha servido para incentivar el enfrentamiento entre los padres y la manipulación sobre los hijos”, a los que se les “despoja” de su padre a partir de “una simple denuncia” por malos tratos. “Después de seis años de vigencia de la Ley de Divorcio y de la Violenta Ley de Género, las personas que sufren diariamente el maltrato en sus hogares continúan en la más absoluta desprotección, debido a un sistema que incentiva a denunciar a quien no lo necesita y sólo pretende adquirir una posición ventajosa en su proceso de divorcio”, subrayan.
Los concentrados han exigido el cese del delegado del gobierno para la violencia de género, Miguel Lorente, y la creación de un Ministerio de la Familia, que impulse una profunda reforma legislativa encaminada a “recuperar el sentido común, la convivencia en paz y la armonía en nuestros hogares, bajo los supremos principios de Justicia e Igualdad, eliminando las discriminaciones por razón de sexo”.
También han reclamado la derogación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y la creación de una ley que combata y prevenga los malos tratos sin discriminación por razón de sexo, raza, religión o cualquier otra circunstancia personal o social, “como establece nuestra maltrecha Constitución

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